En nuestra primera visita a la casa, nos enamoramos de su simetría, su elegancia y sus alrededores. En lo alto de la colina, a los pies de la montaña; Chez Michelle se sitúa entre el bosque y el Lago Bourguet. El entorno es muy inspirador: el contraste entre la blancura de la nieve y la tierra oscura en invierno, la impresionante luz de la puesta de sol con sus reflejos amarillos, naranjas y rojos sobre el lago y el cielo…Dependiendo de la estación, se puede contemplar desde los grandes ventanales un bello espectáculo, en el cual la naturaleza es el personaje principal.
Nos inspiramos en la belleza de la naturaleza para crear un interior basado en los colores que nos ofrecen las diferentes estaciones del año. Creamos un recorrido a través de la casa, lleno de contrastes y poesía.
La entrada principal, en blanco y negro es un reflejo de los Alpes en invierno. El fuerte contraste y la ausencia de color, hacen resaltar la importancia de este espacio de transición, donde su gran puerta de hierro acristalada nos permite entrever las coloridas zonas de estar de la planta baja.
El “mudroom” es la entrada secundaria, donde se puede entrar con los zapatos sucios y cargados de bolsas, colgar los abrigos, calzarse las zapatillas de casa e incluso lavarse las manos antes de entrar a la cocina. Este espacio de transición propio de la cultura americana es una idea que Michelle, la propietaria, ha querido recuperar de sus orígenes. Una zona muy práctica con baldosas hidráulicas en tonos vivos y armarios a medida de madera.
La cocina, el comedor y el salón se unen en un solo espacio con vistas al jardín y al lago. Inspirados en la calidez del verano a las orillas del lago, es la zona más alegre y vivida de la casa. Para ello, trabajamos en estrecha colaboración con nuestros clientes para combinar piezas de mobiliario nuevas con elementos que querían conservar de su antigua casa, estableciendo un perfecto equilibrio entre lo nuevo y lo antiguo.
Volviendo a la entrada principal, una elegante escalera de madera pintada en negro nos lleva a la primera planta, con un ambiente más íntimo y romántico.Aquí los colores suaves reflejan los tonos de la región en invierno y crean una atmósfera ideal para descansar y relajarse. Esta planta alberga cuatro dormitorios y tres baños.
Es en el segundo pisodonde la arquitectura de la casa coge protagonismo. En la planta baja los suelos de madera son oscuros, de un tono medio en la primera planta,transformándose en madera clara para continuar con la gama de tonos conceptual. Las paredes están pintadas en blanco puro y el espacio multifuncional, cubierto por altos techos con antiguas vigas de madera, nos ofrece unas vistas espectaculares al lago. Aquí, la sensación es de estar en la cima de la montaña ¡dominando el mundo! Este espacio nos ofrece una habitación de invitados extra, un baño y una zona de juegos; gimnasio y lounge.