Los estudios de arquitectura MIAS Architects y Coll-Leclerc, con sede en Barcelona, han finalizado la promoción de un singular complejo de edificios de apartamentos con 72 viviendas sociales. El edificio se define por su parcela triangular y su fachada roja, una referencia a la zona en la que se encuentra.
La Marina del Prat Vermell es un barrio del distrito de Sants-Montjuïc de Barcelona. La zona albergó en su día varias colonias textiles. Establecidas a mediados del siglo XIX, estas colonias se encontraban al sur de Montjuïc (una colina con importancia histórica en Barcelona), cerca del mar. Las telas se teñían y luego se tendían en los prados para que se secaran. El suelo adquiría un color rojizo, lo que dio nombre al barrio: La Marina del Prat Vermell -la Marina del Prado Rojo-. Hoy en día, la zona se está transformando en un animado centro comunitario con la construcción de 12.000 nuevas viviendas (la mitad de las cuales son apartamentos de alquiler asequible de propiedad municipal), instalaciones educativas y sanitarias y zonas verdes.
Parcela triangular
Las 72 viviendas sociales se asientan en una parcela triangular -92 x 34 x 86 metros- delimitada por tres calles: Ulldecona, Cal Cisó y Pontils. MIAS Architects y Coll-Leclerc optaron por abrazar el singular aspecto físico de la parcela: los estudios mantuvieron la integridad del triángulo y su disposición «sin penalizar la claridad y racionalidad tipológica de la distribución interior ortogonal de las viviendas». Los tres vértices de la parcela se mantienen como tres esquinas cerradas, sin recortes ni simplificaciones.
Con el fin de dotar a 72 viviendas sociales de unas condiciones óptimas de ventilación y exposición solar, MIAS Architects y Coll-Leclerc desarrollaron una propuesta en la que todos los apartamentos harían esquina y tendrían doble orientación. Para lograrlo, los estudios optaron por fragmentar la parcela triangular con dos patios y dos pasajes orientados de norte a sur, creando así cinco volúmenes. El complejo de edificios tiene siete plantas y una superficie total de 7.670 metros cuadrados. Los apartamentos se distribuyen en las seis plantas superiores, cada una de las cuales alberga doce apartamentos. Los dos volúmenes esquineros más pequeños, situados al este y al oeste, albergan viviendas con distribuciones especialmente singulares. La configuración general garantiza que todos los apartamentos reciban dos horas de exposición solar entre las 10.00 y las 14.00 horas, tal como especifica la normativa.
Los arquitectos describen una «cierta ambigüedad en la percepción del complejo según el punto de vista». Cuando se observa desde las esquinas este y oeste, aparece como un solo bloque con fisuras; desde la fachada orientada al sur, los cinco volúmenes se identifican claramente (lo que permite que la luz del sol recorra los pasillos al mediodía). «La materialización o desmaterialización del bloque varía según la posición del observador», señalan los arquitectos. La incorporación de cinco volúmenes también evita una fachada única y sin alma de 92 metros de largo. En su lugar, la fachada equilibra forma y función, adaptándose a la forma de triángulo escaleno del solar.
Fachada roja
La fachada de un edificio puede contar muchas historias. En este caso, el color rojo de la fachada conecta con el barrio circundante y su pasado histórico. Ayuda a crear un edificio agradable y accesible, algo que puede pasarse por alto al diseñar viviendas sociales. «La fachada del edificio, con sus vibrantes colores inspirados en la historia local de La Marina del Prat Vermell, no sólo añade atractivo estético, sino que también resuena con el patrimonio de la comunidad», explica Josep Miàs, director y fundador de MIAS Architects. «La referencia a las fábricas textiles y el tono rojizo de las telas secándose evocan una sensación de optimismo y alegría, celebrando el pasado y la identidad cultural de la zona. Ver una fachada tan colorida puede aportar alegría y un sentimiento de pertenencia a los residentes, aumentando su orgullo por el barrio e influyendo positivamente en su percepción del edificio. Esta integración de contexto histórico y elementos de diseño alegres fomenta una conexión más fuerte entre los residentes y su entorno, contribuyendo en última instancia a una experiencia vital más positiva en un entorno de vivienda social.» El tema del rojo continúa en las terrazas de los apartamentos y en los marcos interiores de puertas y ventanas.
Diseño, fabricación e instalación de la fachada
MIAS Architects y Coll-Leclerc tomaron una decisión sobre el diseño de la fachada basada en dos elementos clave: ligereza y durabilidad. «Para determinar su composición, tuvimos en cuenta varios factores, como la estética, la integridad estructural y la practicidad», explica Josep Miàs. «Nos decidimos por alternar tiras verticales de vidrio y GRC (hormigón reforzado con fibra de vidrio) nervado. Esta combinación ofrecía el equilibrio deseado de transparencia, textura y resistencia, cumpliendo nuestros objetivos de crear una fachada visualmente atractiva pero robusta.» Los paneles de GRC de 17 milímetros de grosor se eligieron por su ligereza, que facilita la instalación y reduce las cargas estructurales. La durabilidad de los paneles de GRC garantizará que la fachada mantenga su aspecto con el paso del tiempo. La textura acanalada del hormigón rojizo añade interés visual y está diseñada para evocar los pliegues de esas telas que se secan en un prado.
Los paneles acanalados se fabricaron fuera de la obra, utilizando moldes para moldear el material GRC con la forma y textura requeridas. A continuación, los paneles se ensamblaron con marcos metálicos de 120 milímetros y se transportaron a la obra para su instalación. Miàs explica que «normalmente se aplica aislamiento detrás de los paneles durante la fase de construcción para garantizar un rendimiento térmico eficiente». Este proceso agilizó la construcción del edificio.
Sostenibilidad
La materialidad de la fachada es un factor importante para reducir la huella de carbono del edificio: el uso de componentes más ligeros y la alternancia de bandas verticales de vidrio y GRC nervado reducen las emisiones de CO2. Además, el aislamiento de alta calidad de estos materiales garantiza una baja transmitancia térmica (0,24 W/m2 K), minimizando así el consumo de energía. El uso de materiales ligeros también contribuyó a evitar la excavación en suelos industriales contaminados.
Las temperaturas en Barcelona han ido en aumento desde 2016, con olas de calor que se producen con mayor regularidad. La fachada del edificio desempeña un papel importante en el mantenimiento del clima interior y la promoción de la ventilación natural. «El diseño de la fachada ayuda a la calefacción y la refrigeración maximizando la ganancia solar en invierno y proporcionando sombreado solar y ventilación cruzada en verano en todos los pisos», dice Josep Miàs. «Este diseño ayuda a regular las temperaturas interiores, reduciendo la necesidad de sistemas de calefacción y refrigeración y, en última instancia, disminuyendo el consumo de energía».
El uso de lamas Gradhermetic ofrece una solución técnica, práctica y decorativa en términos de protección solar. «Desde el punto de vista práctico, protegen amplias terrazas que siguen la geometría de la envolvente, proporcionando sombra e intimidad. Estéticamente, contribuyen al diseño general realzando el atractivo visual del exterior del edificio", afirma Miàs. La inclusión de terrazas en cada apartamento es un componente clave del diseño y el atractivo del edificio. Para evitar puentes térmicos entre las terrazas y los interiores, MIAS Architects y Coll-Leclerc aislaron las terrazas y utilizaron un diseño que minimiza la transferencia de calor, creando un espacio intermedio. «Esto ayuda a mantener temperaturas interiores constantes y reduce la pérdida de energía, contribuyendo a la eficiencia energética del edificio», afirma Miàs.
El edificio está diseñado según las normas Passivhaus y tiene una demanda de calefacción y refrigeración extremadamente baja. «Esto se ha conseguido gracias a una serie de factores, como la forma del proyecto, la selección de materiales, el uso de aislamiento y la incorporación de elementos como la protección solar y la ventilación cruzada, que contribuyen a la eficiencia energética y la sostenibilidad general del edificio», explica Miàs. El edificio tiene un bajo consumo energético de 8,76 kWh/m2 con una calificación A.
La estructura de hormigón armado utiliza el sistema Bubble Deck, un método de construcción que incorpora «burbujas» huecas de PVC reciclado en una losa de hormigón, lo que reduce la cantidad de hormigón necesario y el peso de la losa, sin comprometer la integridad estructural. El sistema Bubble Deck redujo el peso del forjado del proyecto en un 35%, lo que permitió a los arquitectos crear los voladizos necesarios para adaptarse a la geometría única del emplazamiento. El sistema Bubble Deck también ayudó al proyecto a cumplir las normas Passivhaus..
Ecoenergies Barcelona centraliza una red de distribución para las necesidades de energía caliente y fría en la Zona Franca de Barcelona, y da servicio a varias zonas, entre ellas La Marina del Prat Vermell. La red de biomasa del metro de Ecoenergies liberó el tejado del edificio, lo que permitió a los arquitectos instalar una planta de producción solar fotovoltaica compartida: compuesta por 89 módulos, la planta produce 37,8 kWp (kilovatios pico) y satisface el 51% de las necesidades de consumo energético del edificio. El resto del tejado está cubierto de vegetación. Los parterres de los pasillos de acceso están plantados con una especie de flor roja que fomenta la biodiversidad; junto con la vegetación del tejado, ayudan a mitigar el efecto de isla de calor urbano. También se han instalado aparcabicicletas en los pasillos para fomentar formas de transporte más ecológicas..
El edificio abrió sus puertas a los residentes a principios de 2024. Fue galardonado con el Premio Maestro de Arquitectura de Vivienda Social 2023.
